Los huertos verticales son la solución perfecta para quien quiere experimentar con el cultivo de alimentos, hierbas medicinales y de cocina en espacios reducidos como la ciudad. Como en todo, existen muchas maneras de cultivar verticalmente que se pueden adaptar a tu tiempo, presupuesto, habilidad, creatividad y sobre todo, espacio. Desde huertos verticales hechos de materiales reutilizables como botellas o huacales hasta los que, como el Paredín de Pocketines, están fabricados para que la instalación sea rápida y sencilla. Cualquier lugar es candidato a vestirse de verde ya que puedes utilizar desde una pared, hasta un barandal o incluso una ventana. Nosotros te recomendamos que antes de empezar, además de ver nuestros consejos para iniciar tu huerto urbano, evalúes el tiempo y dinero que le quieras aplicar al proyecto y dependiendo de esto escojas la mejor opción.

 

Hay que tener en cuenta que el cultivo en vertical requiere especial cuidado en la selección y mantenimiento de fertilidad de nuestras plantas. La regla a tener en mente es que mientras más chico sea el contenedor para nuestra planta, más nutrientes externos voy a tener que añadirle para reponer lo que de otra manera encontraría en el suelo. Por eso es necesaria la reposición periódica de nutrientes por medio de bioles orgánicos, composta o tés de composta u otros fertilizantes de preferencia orgánicos que cualquier puede aprender a hacer. Lo ideal es escoger plantas de raíces cortas que necesiten de poco espacio o hierbas perenes de bajo mantenimiento y alta resistencia. El sustrato debe estar compuesto idealmente de 1/3 de turba o fibra de coco (de preferencia fibra de coco pues la turba no es renovable), 1/3 de combinación de abonos orgánicos (de borrego, de lombriz, gallina etc…) y 1/3 de perlita o vermiculita para mantener el huerto con buena retención de humedad, fértil y liviano. Aunque le va bien a la mayoría de las plantas, esta mezcla también dependerá de las condiciones específicas de cada una y se pueden sustituir algunos materiales, la arena de tezontle, paja, hoja y corteza de árbol seca pueden funcionar siempre y cuando se lleve un cuidado de la fertilización adecuada. Si de plano todo esto suena demasiado complicado puedes experimentar primero con un muro verde que necesita menos mantenimiento y nutrientes que un huerto.

Al final, lo único que necesitas para a empezar a cultivar en vertical es un contenedor, sustrato para plantas, una fuente de nutrientes, agua, un poco de sol, paciencia, tener cuidado con la humedad y listo. A partir de ahí y si tu conocimiento y experiencia te lo permiten puedes hasta añadirles sistema de auto riego con control a distancia, filtros y niveladores de ph e incluso manejarlos como sistemas de hidroponia. Si apenas vas empezando, es mejor probar poco a poco e ir construyendo con cuidado y conforme al conocimiento y la experiencia que se tenga. Si no tienes ni el tiempo ni el interés por hacerlo tú mismo, contacta a un experto para que te ayude. Intenta utilizar materiales reciclados para la mayor parte de tu proyecto o apoyar a las empresas que ofrezcan este tipo de productos… como nosotros. Déjanos un comentario para resolver tus dudas y anímate a darle una utilidad estética, saludable y ecológica a tu espacio con los huertos verticales.